En
un país democrático, republicano en su forma de gobierno, la independencia del
Poder Judicial y la división de poderes no son negociables. Ahí radica también,
la seguridad de todos los habitantes de ese país, de no verse perjudicados
arbitrariamente en sus derechos.
“Cuando los poderes legislativo y
ejecutivo se hallan reunidos en una misma persona o corporación, entonces no
hay libertad, porque es de temer que el Monarca o el Senado hagan leyes
tiránicas para ejecutarlas del mismo modo. Así sucede también cuando el poder
judicial no está separado del poder legislativo y del ejecutivo. Estando unido
al primero, el imperio sobre la vida y la libertad de los ciudadanos sería
arbitrario, por ser uno mismo el juez y el legislador y, estando unido al
segundo, sería tiránico, por cuanto gozaría el juez de la fuerza misma que un
agresor. En el Estado en que un hombre solo, o una sola corporación de
próceres, o de nobles, o del pueblo administrase los tres poderes, y tuviese la
facultad de hacer las leyes, de ejecutar las resoluciones públicas y de juzgar
los crímenes y contiendas de los particulares, todo se perdería enteramente.” - Montesquieu. El espíritu de las
leyes. 1748
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No
soy ajeno de ninguna manera a la alienación mental que nos produce el mundial
de fútbol cada cuatro años, pero hay cosas que no pueden pasar así nomás. Ya
pasó una semana desde que el titular de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti,
se reunió con Mauricio Macri en la Casa Rosada, un encuentro que no figuraba en
la agenda presidencial. Lo alarmante de esta situación es que a nadie le
resulta, al menos raro que esto ocurra. O que nadie se pregunte ¿Por qué el
Presidente de la Corte Suprema se reúne en la Casa Rosada con el Presidente de
la Nación?
Se
trató de un almuerzo a solas y a puertas cerradas. Durante más de una hora, el
Presidente Mauricio Macri estuvo reunido con el titular de la Corte Suprema,
Ricardo Lorenzetti , en la Casa Rosada. El
lugar, la sede del Poder Ejecutivo de la Nación, la investidura de cada uno de
los comensales, pone de manifiesto que no se trata de una simple charla de
banalidades, ni siquiera de un encuentro casual.
Resulta
grave para nuestra Democracia que este tipo de reuniones se produzcan sin la
debida publicidad de su realización y que no se comunique cuáles son los temas
a tratar, se desata una ola de rumores que incluyen desde pedidos de favores de
ambos lados que nada tiene ver con el republicanismo que se pregona.
Lo
cierto es que a pocas horas del encuentro en Casa Rosada, a escondidas y sin comunicación
oficial ni temario, entre el Presidente de la Nación, Mauricio Macri, y el
titular de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti, la
Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal ( integrada por los jueces Mariano
Hernán Borinsky (presidente), Juan Carlos Gemignani y Gustavo Hornos) decidió apartar a la magistrada
Sabrina Namer, integrante del Tribunal Oral Federal N° 8, del juicio oral en
que se juzgará a la ex Presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y a varios
ex funcionarios de su gobierno por el presunto encubrimiento de la
investigación del atentado a la AMIA a través del pacto de entendimiento con
Irán, a raíz de la cuestionada denuncia del entonces fiscal Nisman. ¿Casualidad
o causalidad?
Por
otro lado, se pudo saber que en la reunión se habló sobre el futuro del
Presidente de la Corte Suprema ya que a fin de año el Máximo Tribunal debe
renovar autoridades, y Lorenzetti ya lleva 12 años consecutivos como Presidente
del mismo. En la Casa Rosada quieren que Carlos Rosenkrantz se convierta en el
próximo Presidente de la Corte Suprema, pero como es sabido, la renovación de
la Presidencia del máximo tribunal se resuelve entre los cinco ministros de la
Corte, de ahí lo grave y peligroso que ello sea tema de conversación secreta
entre Macri y Lorenzetti.
El
Presidente Mauricio Macri mantiene encuentros furtivos que atentan contra la
Democracia, el principio republicano de gobierno y la división de poderes.