martes, 21 de julio de 2015

UN DOMINGO CUALQUIERA

Pasó un domingo de elecciones en "La Ciudad de la Furia" en la que algunos fuimos a votar sin muchas convicciones pero con una idea clara, que "los enemigos de la patria son los enemigos del pueblo".

Pasó el domingo y superamos el drama existencial de ir a votar por el "menos malo"; y, finalmente, Horacio Rodríguez Larreta gobernará esta Ciudad hasta diciembre de 2019 al imponerse por tan solo 3 puntos frente a Martín Lousteau. Un escaso margen que, por momentos, nos hizo pensar que lo que ayer parecía imposible, finalmente sucedería. Fue un escaso margen que logró que perdedores estén más eufóricos que vencedores, una contradicción que nos mostraba la televisión en vivo y en directo.
Pero nosotros llegamos a ese domingo furioso que se debatía entre dos fuerzas políticas ajenas al sentir nacional y popular luego de una serie de, por lo menos, desafortunadas decisiones e impericia en la construcción política de una fuerza política que se piense a si misma como alternativa de gobierno en nuestra Ciudad. El resultado, por primera vez, el Frente para la Victoria no disputaría el balotaje.
Asistimos inertes a una jornada inédita en la que ser decidía el destino de "La Ciudad de la Furia" y el Frente para la Victoria, el peronismo, las fuerzas nacionales y populares no eramos siquiera actores de reparto. Lógica consecuencia de una fuerza anquilosada que sólo se ocupó del reparto de cargos en la Legislatura porteña, importante por cierto mas no excluyente de una construcción de una referencia que camine el territorio, no tres meses antes de una elección, sino que sea el reflejo de un trabajo político cotidiano que comienza el día después de la elección a Jefe de Gobierno anterior, es decir, hace 4 años.
Ya relegados al tercer lugar en las elecciones generales y pasar a no ser considerados por porteños y porteñas como alternativa de gobierno en la Ciudad, tampoco supimos, o no pudimos o no quisimos afrontar el debate necesario e imprescindible frente al escenario inmediato, qué hacer en el balotaje. Quizás por ser rehenes de una campaña equivocada y errática en la cual sólo afirmamos que Larreta y Lousteau eran los mismo, no se pudo debatir con mayor claridad la puesta en valor de un caudal de votos que al votar Frente para la Victoria ya se había manifestado contra la continuidad del PRO en la Ciudad. Debate que la militancia y los compañeros y las compañeras que siempre nos acompañaron supieron dar y sintetizar al votar masivamente contra la opción de continuidad de políticas excluyentes, de endeudamiento compulsivo y de destrucción de lo público. Nuestra activa participación causó un cimbronazo político que descolocó al PRO como alternativa de gobierno en la Nación, al punto tal, que Mauricio Macri realizó un giro discursivo en el que borró con el codo lo que ayer escribió con pasión.
No alcanzó, falto poco pero fuimos protagonistas de una jornada que nos lleva a reflexionar y pensar que es posible pensar a la Ciudad desde la Ciudad, sin sectarismos ni mezquindades, promoviendo el debate y la participación política. Sólo resta tener iniciativa para que un domingo cualquiera empecemos a construir la Ciudad de la inclusión en la que todas y todos podamos vivir mejor.

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