jueves, 28 de febrero de 2008

¿Un Jefe de Gobierno PART TIME?


Boca volvió a ser noticia. El regreso de Mauricio Macri a la entidad que le sirviera de trampolín político, suma nuevas complicaciones a la trama política xeneize y porteña. El jefe de gobierno porteño retomó el mando en Boca merced a un fallo de la Inspección General de Justicia que relevó de sus funciones a Pedro Pompilio y a toda su comisión directiva y ordenó el regreso de la conducción anterior hasta que se realicen las elecciones.
Ya en la conferencia de prensa, Macri afrimó que "Para mí es una gran sorpresa estar hoy acá. Más allá del enorme amor que le tengo al club, en diciembre cumplí doce años y en diciembre me comprometí con otra tarea a la cual estoy ciento por ciento abocado, invirtiendo todo mi tiempo".
Lo cierto es que a la crisis del club, se le suman otros condimentos políticos y jurídicos que no pueden ser soslayados. Macri es el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la Constitución de la Ciudad no admite que se gobierne part-time. En efecto, el Artículo 98 de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires estipula que: "El Jefe de Gobierno y el Vicejefe duran en sus funciones cuatro años y pueden ser reelectos o sucederse recíprocamente por un solo período consecutivo. Si fueren reelectos o se sucedieren recíprocamente no pueden ser elegidos para ninguno de ambos cargos, sino con el intervalo de un período. Tienen las mismas incompatibilidades e inmunidades que los Legisladores. (ARTÍCULO 73.- La función de diputado es incompatible con: 1. El ejercicio de cualquier empleo o función pública nacional, provincial, municipal o de la Ciudad, salvo la investigación en organismos estatales y la docencia. La ley regula la excedencia en los cargos de carrera. 2. Ser propietario, directivo, gerente, patrocinante o desempeñar cualquier otra función rectora, de asesoramiento o el mandato de empresa que contrate con la Ciudad o sus entes autárquicos o descentralizados. Para la actividad privada, esta incompatibilidad dura hasta dos años después de cesado su mandato y su violación implica inhabilidad para desempeñar cualquier cargo público en la Ciudad por diez años. 3. Ejercer la abogacía o la procuración contra la Ciudad, salvo en causa propia. Pueden ser removidos por juicio político o revocatoria popular). Mientras se desempeñan no pueden ocupar otro cargo público ni ejercer profesión alguna, excepto la docencia. Residen en la Ciudad de Buenos Aires".
Entonces, luego de la resolución 168/08 de la Inspección General de Justicia (IGJ) que derivó en que Macri retomara funciones en Boca siendo a la vez Jefe de Gobierno porteño, cabe el siguiente interrogante: ¿puede ejercer ambas funciones al mismo tiempo?
Por supuesto que no. Nuestro sistema constitucional le impide ejercer otras funciones, sólo le permite ejercer la docencia. La letra y el espíritu de la Constitución son sumamente claros y no caben interpretaciones a medias. Alguno dirá que lo obligó la IGJ, no es cierto. La IGJ en una decisión carente de todos fundamento jurídico le renovó el mandato a una comisión directiva que ya había finalizado su mandato estatutario, otorgándole facultades extraordinarias fuera de su competencia. Lo que la IGJ debió haber hecho es intervenir el Club Boca Juniors ya que había finalizado el mandato de la anterior Comisión Directiva y que las actuales autoridades habían incumplido con los requisitos que les exige el estatuto del club para asumir sus funciones.
Claro, había un costo político que no se quizo asumir y, como casi siempre en nuestro país, se flexibiliza la interpretación del derecho y se toma una decisión que burla la seguridad jurídica.
¿Qué debería haber hecho Macri? Renunciar a la Comisión Directiva y dejar que los demás miembros conduzcan el nuevo proceso eleccionario del club, evitando así incurrir en la causal de mal desempeño en el ejercicio del cargo de Jefe de Gobierno.
Mientras tanto, en La Ciudad de la Furia, no dejamos de sorprendernos ante las novedades macristas, ahora tenemos un JEFE DE GOBIERNO PART TIME.

martes, 26 de febrero de 2008

MEMORIA FURIOSA


Corría el año 2002, el empresario Mauricio Macri, prometió “meter presos” a los cartoneros porque “se roban la basura” de la calle.
En ese entonces, el candidato a Jefe de Gobierno por un sector del menemismo, sostenía que la solución para la crisis de la basura es encarcelar a los cartoneros.
Para el empresario Mauricio Macri, la ciudad de Buenos Aires estaba inundada de miles de delincuentes que todos los días “se roban la basura” que la gente saca a la vereda. “Los vamos a sacar de la calle”, prometió el candidato, en referencia a los cartoneros.
El gobierno porteño desalojó con la Policía Federal a los cartoneros asentados en Belgrano. Hubo heridos y nueve detenidos. El Macrismo adujo que actuó por orden judicial, pero la fiscalía lo desmintió. Recién entonces asumió su responsabilidad.
Eran noventa personas –entre ellas cerca de treinta niños– en condiciones precarias de vida. Estaban a metros de la calle La Pampa y el cruce de las vías del ferrocarril Mitre, frente a la plaza Barrancas de Belgrano. Los adultos son cartoneros que, desde comienzos de año, se habían asentado allí, sobre un playón de cemento. Desde ese lugar reclamaban que se reactivara el “tren blanco” con el que transportaban sus mercaderías y que fue desactivado el 28 de diciembre por la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA).
El gobierno porteño y la Policía Federal los desalojaron por la fuerza, sin orden judicial. Como algunos se resistieron hubo nueve detenidos, seis de los cuales –entre ellos una mujer– tuvieron que ser asistidos porque sufrieron distintas heridas por la violenta represión.
Al igual que en la década del 70, mientras los grupos de tareas desaparecían gente, y Cacciatore limpiaba Buenos Aires; mientras Rodríguez Larreta y Macri reprimen la pobreza, y la televisión repite las imágenes de la violencia desplegada, el rostro humano del Macrismo, Gabriela Michetti, anunciaba a viva voz que "el espacio público es innegociable".

viernes, 15 de febrero de 2008

¿Un nuevo Banco Ciudad?



La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires prestó su acuerdo al nuevo Directorio del Banco Ciudad que había sido propuesto por el Jefe de Gobierno.
Previo a ello, y en lo que constituyó una de las primeras medidas legislativas de la gestión "Macri", la Legislatura porteña aprobó una reforma a la Carta Orgánica del Banco Ciudad. De esa manera, el macrismo conseguía su objetivo de reducir la cantidad de integrantes del directorio de la entidad. Inicialmente, el proyecto del "macrismo" planteaba cuatro modificaciones centrales en el estatuto del Banco: que el Ciudad tuviera su propia AFJP; que la mitad de las ganancias del banco pudieran ser destinadas para obras de educación y salud -ahora todo el dinero se utiliza para capitalizar al Banco-; reducir el número de directores; y permitirle al directorio, previa designación del Jefe de Gobierno, la contratación del gerente de la entidad por fuera del personal permanente del Banco. Antes de la sanción de la reforma, el directorio estaba compuesto por ocho miembros y un síndico, y el proyecto consensuado reducía el número a seis directores y un síndico. La intención, aseguran desde la filas del PRO era agilizar el funcionamiento del Banco Ciudad.
La fórmula PRO se repetía "Menos burocracia = Mayor Eficiencia", al así como la vieja receta del "ACHICAR EL ESTADO ES AGRANDAR LA NACIÓN".
No resulta oportuno pasar por alto que el proyecto enviado por Macri mostraba los primeros lineamientos de la transformación del banco que se pretende, un nuevo Banco Ciudad, con AFJP propia, con utilidades utilizadas para financiar a la gestión del gobierno, es decir, la posibilidad de descapitalizar el banco. Esas dos reformas no pasaron en la Legislatura.
Sin embargo, gracias a la mentada reforma de la carta orgánica por primera vez, el gerente general podrá ser elegido por fuera del banco y por el Jefe de Gobierno, ya que antes era designado por el Directorio del Banco entre los funcionarios jerárquicos del mismo.
Así las cosas, Mauricio Macri decidió contratar a un ex director de un banco extranjero para ocupar el banco Ciudad. Se trata de Rodolfo Corvi, el ex director general ejecutivo del Banco Itaú, que será quien tome las riendas de la entidad. Corvi tiene más de 30 años en el sector y lo reconocen como un banquero de ley. En diciembre del año pasado arregló su salida del Itaú, tras más de siete años, los macristas lo convocaron para esa función clave. Este contador argentino que pasó antes por JP Morgan y el Francés, piloteó los negocios del segundo banco privado brasileño en el país.
En síntesis, ¿qué cambió en el Banco Ciudad? Al reducir el número de miembros del Directorio (de 8 a 6) Macri ha conseguido un Directorio hegemónico con poder de decisión ligado donde sólo hay un representante de la oposición (es de resaltar que siempre hubo una representación proporcional de todas las fuerzas políticas con representanción en la Legislatura). Además, el Jefe de Gobierno designa un Gerente General que puede no ser funcionario de carrera, con lo cual el Gerente General asume el poder delegado del Jefe de Gobierno en el Banco y ni siquiera tuvo que sortear los controles de la Legislatura, ni ser sometido a audiencia pública.
Todo esto sumado al perfil de las designaciones en el Directorio, que no son inocuas, sino que marcan una clara dirección ideológica resultan ser un alerta en el futuro de la banca pública.
El Banco Ciudad concebido como un instrumento financiero ágil y moderno al servicio de los vecinos de la Ciudad, de los contribuyentes, de su sector productivo y de servicios está en peligro. Está en peligro porque va a estar conducido por quienes han pregonado las ideas de la mínima intervención del Estado en el Economía; por quienes han defendido la política privatista del gobierno menemista que condujo a la privatización de la mayor parte de los bancos provinciales; por quienes provienen del sector financiero privado y por tanto -en coincidencia con sus ideas- van a buscar transformar al Ciudad en una entidad más de las existentes.
El banco como dinamizador de los sectores más vulnerables de la Ciudad, como entidad que inserte en el mercado financiero a aquellos sectores que no tienen acceso al crédito bancario o que no poseen vivienda propia pronto será un recuerdo.
Todo muy PRO.

lunes, 11 de febrero de 2008

Crónica imaginaria de una reunión que tal vez sucedió



Como veníamos bastante inactivos, una persona que afirma haber tenido la oportunidad de ser testigo de una importante reunión institucional de la que habrían participado destacados funcionarios del Gobierno, destacados y destacadas funcionarias del Poder Judicial e importantes Diputados y Diputadas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; ha entendido que era oportuno que publiquemos ésta Crónica que nos ilustra respecto a los debates que se dan en el seno de las instituciones porteñas...


El Consejo de Seguridad y Prevención del Delito es un órgano consultivo interjurisdiccional. O sea un lugar donde se reúnen representantes del Poder Ejecutivo, del Ministerio Público (fiscales) y de la Legislatura para coordinar políticas y encontrar soluciones comunes entre los tres poderes ¿suena bien, no?
El caso es que, segunda reunión del 2008 (digamos primera porque a la de enero no fue mucha gente), comienzo de año, comienzo de período legislativo, comienzo de gestión de Macri; la reunión se inicia con representantes de alta jerarquía, Legisladores, Fiscales, Subsecretarios y hasta Ministro; y por supuesto algunos asesores y funcionarios de menor rango que asisten calladitos y asienten todo lo que hablan sus jefes (la experiencia indica que a medida que avanzan las gestiones las altas jerarquías se repliegan y esos espacios terminan dominados por los asesores en detrimento de la pompa y la ceremoniosidad).
El temario puesto por el Poder Ejecutivo incluía como primer punto:

¨Situación Jurídica, Contravención o Falta. El tratamiento legal dado a los cartoneros, cuidacoches, indigentes y manteros. Propuestas.¨

Tras un discurso algo escolar del Ministro en el que instó a tratar los problemas ¨dejando de lado la política", ¨buscando las soluciones para la gente¨ y cosas así (como si hubiera que explicarle ese tipo de cosas a dirigentes con muuuchos años de política), el Fiscal y un representante de la policía explicaron acerca de los problemas de ambigüedad que tiene el sistema legal para enfrentar las ¨ocupaciones del espacio público¨ por parte de algunas de las categorías mencionadas. A partir de allí se inicia un intercambio de opiniones en el cual los legisladores kirchneristas cada tanto señalaban que resultaba un poco extraño que "cartoneros, cuidacoches, indigentes y manteros" fueran un tema a discutir en el Consejo como si esas categorías fueran un problema de "seguridad y prevención del delito" y en particular que era inadmisible incluir a "indigentes" como rememorando la época de las leyes en contra de los ¨vagos y mal entretenidos¨ en las cuales el hecho de no tener trabajo era causa para estar a disposición de la fuerza pública.
Ante cada una de esas intervenciones, el Ministro se encargaba de aclarar que de ninguna manera era intención del Gobierno de la Ciudad sacar a nadie ¨a patadas en el traste¨ -sic- y que de ninguna manera se trataba de criminalizar la pobreza. Más aún lo que se intentaba era la ¨puesta en valor de esta gente" (¡¡¡Eeeeeehhh!!!). El Subsecretario competente en el cuidado y mantenimiento del espacio público, incluso se explayo acerca de lo positivo que eran los artesanos expertos para fomentar el turismo y que lo importante era asegurarse que esa gente certificara sus habilidades porque por ejemplo a un maestro que labra la plata como nadie (casi literal) era un bien para la ciudad y que incluso había que ayudarlo a que trabajara tranquilo y hasta que la ciudad debía sacar fotos de sus productos para ponerlos en la WEB y que estén a disposición del mundo. En el “tole – tole” de la conversación una legisladora kirchnerista se encargó de aclarar que dentro de los manteros había muchas categorías y que aparte de los maestros artesanos que labran maravillosamente su materias primas estaban los ¨manualistas¨ (o sea los que se pretenden artesanos porque pintan una florcita en un cinturón) y los vendedores de baratijas (categoría que está tal cual en el código contravencional sin aclararse que sería una ¨baratija"). Naturalmente esto es un problema porque los manualistas y los vendedores de baratijas son muchísimo más numerosos y muchísimo menos simpáticos para la clase media que los maestros artesanos. Según el Subsecretario a cualquiera lo asiste el derecho a circular y a comerciar de modo que no había ningún problema con que alguien vendiera algo caminando con su mercadería al hombro pero que era inaceptable que se sentaran y ocuparan el "espacio público", incluyendo el hecho de ocupar plazas de ¨alto impacto¨ (o una categoría por el estilo, sin aclarar que definía a una plaza como tal). Así siguió la discusión en la que la posición del Gobierno de la Ciudad podría resumirse como: ¨De ninguna manera queremos matar a los indios o dañarlos en absoluto, tan solo queremos matar a los indios malos, sacarles las armas, no dejarlos cazar búfalos y facilitarles que se ganen honradamente la vida plantando alcachofas en una magnífica reserva que pondremos a su entera disposición en el desierto de arizona. En todo caso los indios que hacen hermosos tapices y magníficas tallas de cuero y madera pueden quedarse en la ciudad una vez que hayan sido debidamente identificados¨.
Asimismo un legislador kirchnerista señaló que la práctica de algunos restaurants finos de Palermo SOHO de reservar una parte de la vereda para sus ¨valet parkings¨ también eran una apropiación del espacio público (por no mencionar cuestiones de clubes privados y canales de TV). Con todo esto la cuestión quedo algo empantanada lo cual se resolvió pasando al tema del tránsito el cual suscitó las consabidas referencias a la educación y a la idiosincrasia de los argentinos etc, etc. En medio de las consabidas referencias a la educación un legislador kirchnerista recordó que había una ley recientemente sancionada que exigía que se diera educación vial como materia obligatoria en las escuelas. Entonces el representante del Ministerio de Educación salto como un cohete y empezó a explicar ampulosa y caudalosamente que si, claro, que estaba analizando, que era complejo, que la integración a la curricula, que la coordinación, que también estaba la ley de educación sexual y que también había que coordinar y que la integración a la curricula y que bueno, se iba a hacer.
Y ya que se estaba hablando de tránsito se hablo del alcohol y una vez más que la idiosincrasia etc, etc, a lo cual una Fiscal planteó nuevamente un problema de ambigüedad en el sistema jurídico referida a una supuesta contradicción o un supuesto vacío legal cuando un control de alcoholemia da entre 0.5 y 1, ya que, según la ciencia médica no es exactamente ebriedad pero que tampoco esta bien, entonces no sabía si en un caso así había que dar cause a la acción o no. Previamente aclaró que los únicos fiscales que interpretaban así eran ella y su Jefe o ella y no recuerdo quien más o ella sola la verdad que no me acuerdo pero el punto es que la masa de fiscales no tienen ningún problema en interpretar la situación legal de un punto que encontraron manejando con 0.7 de alcohol en la sangre pero la Fiscal. Esto confirma la percepción del cronista quien observa que a pesar de que los abogados repiten obsesiva y maníacamente que el derecho es una disciplina científica, perfecta, precisa y tan objetiva que ni siquiera la alcanza el principio de indeterminación Heisenberg no obstante cuando tienen que opinar pueden afirmar las proposiciones más disímiles y si llega el caso la experiencia indica en que no tienen problemas con considerar a la vaca como un vegetal que vuela.
Finalmente cuando habían pasado cerca de dos horas así que se levantó la sesión.
*Especial para "La Ciudad de la Furia" del Cronista amateur
Cualquier parecido con la realidad corre por exclusiva cuenta y responsabilidad del lector, y del cronista amigo que pasó, vio luz y subió...

lunes, 4 de febrero de 2008

SCORING para parar los accidentes de tránsito


El próximo jueves 7, la Legislatura porteña se aprestará a aprobar la Ley del Registro de conducir por puntos, o Ley de Scoring. Sí, se trata del proyecto que generó la furia sindical en áquel lunes de furia y scoring. La furia la pusieron los sindicatos que bajo el lema de defender la fuente de trabajo, defendieron el vale todo en la calle, que por plata se cancele una multa que podria haber derivado en una muerte, y en definitiva, la impunidad para algunos.
En ese entonces saludamos que la política se encargue de lo que le importa a la gente. Hoy parece que está cerca de hacerse realidad y que una de las mayores preocupaciones de porteños y porteñas va a tener su correlato legislativo. Diarios nacionales y medios porteños señalaron que se reunieron diputados y diputadas del macrismo, del Frente para la Victoria, de la Coalición Cívica y de otras fuerzas menores, y que arribaron a un acuerdo.
En qué consiste el sistema de puntaje? A cada conductor se le asignan 20 puntos cuando se le hace entrega de la licencia para conducir. La pena más grave corresponde al que dispute u organice picadas en la vía pública: se le retiran los 20 puntos de una vez. Por conducir en estado de ebriedad o bajo efecto de estupefacientes, como por negarse a un control de alcoholemia, se le retiran 10 puntos, al igual que por no detenerse en caso de accidente, lo haya provocado o no. El exceso de velocidad se pena con el retiro de 10 o 5 puntos, según el grado. Así sigue el sistema con penas menores. La persona que pierda sus 20 puntos será inhabilitado por 60 días a menos que haga un curso que dictará el Gobierno de la Ciudad o entidades sin fines de lucro, bajo supervisión oficial. Si vuelve a perder los 20 puntos, es inhabilitado por 180 días, sin opciones; la tercera vez por dos años, y la cuarta por cinco años.
Habrá que esperar hasta el jueves para conocer la reacción de vetustos caciques sindicales, que hace unos meses estuvieron más preocupados por garantizar la impunidad de colectiveros, taxistas y camioneros inescrupulosos que de mejorarles la calidad de su trabajo y a la vez evitar accidentes en la vía pública.
También habrá que esperar al jueves para ver si, en la Ciudad de la Furia, la política le da una respuesta concreta a un problema concreto de la gente.

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